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Bolivia

Reseña histórica

Ciudad de La Paz – Frontis de la Estación Central

El nacimiento y desarrollo de las aduanas de Bolivia, se encuentran estrechamente vinculadas a las políticas económicas que a lo largo del devenir histórico ha tenido el país, al igual que con las necesidades de control del flujo de las mercancías que entraban y salían del territorio nacional. 

Desde la época prehispánica existía una intensa actividad comercial entre los pueblos andinos que tenían, además del trueque, sistemas de valor y medida que se empleaban para el intercambio de mercancías. El control de mercancías a través de pasos aduaneros tiene orígenes coloniales. Entre 1532 y 1776 la Corona española impuso una política de mercado proteccionista. El virrey Francisco de Toledo (1572) es el primero en realizar la delimitación concreta de los territorios de Charcas, dependiente del Virreinato del Perú, para imponer una serie de medidas económicas en beneficio del crecimiento de la recaudación fiscal asentada, sobre todo, en la explotación de la plata potosina y el pago de impuestos denominados alcabalas. La exportación de plata y otros enseres menores hasta España, era efectuada a través de la ruta consolidada durante el siglo XVII, Potosí - El Callao (Lima) - Sevilla. Es recién desde mediados del siglo XVIII que, a razón de la conquista y colonización de territorios argentinos, el comercio regional se produce a través del puerto de Buenos Aires. Por la incesante circulación de contrabando, especialmente de piñas de plata, las llamadas Reformas Borbónicas de 1776 consolidan legalmente la ruta, rediseñando la estructura territorial por la que Charcas pasa a depender del Virreinato de Buenos Aires, y cambiando la política comercial proteccionista a una de mercado abierto. Entre 1800 y 1825, debido a las guerras de independencia, tanto el control territorial como el comercio se caracterizan por un alto grado de inestabilidad. A lo largo del período colonial existió un comercio regional que abastecía los centros financieros como Potosí por lo que los productos importados de otros reinos como el inglés, sólo pudieron introducirse al mercado recién desde la segunda mitad del siglo XVIII por los puertos de contrabando de Valparaíso y Buenos Aires. Las mercancías exportadas e importadas eran transportadas por grandes recuas de mulas de las que eran dueñas familias criollas e indígenas, fenómeno que estuvo vigente hasta la época moderna de los ferrocarriles.

 

El hecho más importante que ha marcado el redireccionamiento de las exportaciones e importaciones de nuestro país es la Guerra del Pacífico. Las importaciones no llegaban sino a través de los numerosos buques que venían del Perú por el lago Titicaca y desembarcaban en la aduana de Puerto Pérez. Junto con la modernidad, por el Tratado de 1884, Chile comprometió la construcción de un ferrocarril desde Antofagasta hasta Oruro y se construyó otro de Arica a Guaqui que fue inaugurado en 1905, por lo que en esta última localidad se estableció el nuevo punto aduanero, al mismo tiempo que el país ingresaba a un período de corte liberal. Este gobierno se caracteriza por ampliar los centros aduaneros pero sobre todo por establecer las aduanas exactamente en los pasos de frontera con otros países. Por ejemplo las aduanas del sur (Tupiza, Esmoraca y Mojo) son sustituidas por una sola en La Quiaca en 1911 por el presidente Eliodoro Villazón, razón por la que el lugar toma su actual nombre. Asimismo se crean las aduanas de Tambo Quemado y de Yacuiba a causa del constante tráfico de mercancías por los caminos adaptados para el efecto.

Ya para el siglo XX, la administración económica del país está marcada por la política establecida en 1929. Bolivia recibe la visita de un grupo de políticos y economistas enviados por el gobierno estadounidense para reconfigurar la estructura del gobierno. La misión Kemmerer tiene el objetivo de introducir al país las políticas mundiales del mercado liberal con la consolidación de las principales instituciones del estado como el Banco Central y la Aduana Nacional. A razón de aquello, el Congreso Nacional aprueba la Ley Orgánica de Aduanas que otorga el carácter autárquico y descentralizado a la nueva institución bajo la dependencia administrativa del Ministerio de Hacienda, y que regulará el ordenamiento jurídico aduanero por el resto del siglo. 

Define los distritos aduaneros, las transacciones comerciales y con algo más de precisión se describen los documentos aduaneros que se utilizan en las transacciones comerciales de importación y exportación y establece las funciones de la administración y los funcionarios aduaneros. Durante la primera mitad del siglo XIX, el producto de mayor exportación y que tuvo importancia mundial fue el estaño explotado en las minas de los tres barones: Patiño, Hoschild y Aramayo. El modelo monoexportador captó un amplio capital de importaciones que beneficiaron al Tesoro Nacional. Entre 1900 y 1950 los impuestos sobre el comercio exterior y sobre la producción minera exportada representaban el principal ingreso de las arcas nacionales. Para 1900 por ejemplo, significaban el 87% del total, para 1930 el 60% y para 1950 el 65%. Sin embargo, con la “revolución nacionalista” de 1952 hasta 1985, el país pasó de un modelo de desarrollo hacia afuera a un capitalismo de Estado sostenible al principio, pero que poco a poco fue dependiendo de los préstamos internacionales realizados de organismos financieros de crédito público como el Banco Mundial. Con el intenso fomento a la industria agrícola oriental, adquirieron relevancia las oficinas aduaneras de Guayaramerín, San Matías, Puerto Suárez, Yacuiba, Bermejo. Pero es de notar que, debido al poco personal dispuesto para su control, a las amplias distancias territoriales y a la ineficiente y corrupta administración, se produjo la ampliación del mercado contrabandista y la fuerte identificación de la población hacia el no pago de impuestos especialmente en esta época. 

El ícono económico de finales del siglo XX, debido a la insostenible crisis estatal de la hiperinflación, fue el retorno al modelo liberal con el Decreto 21060. La institución mantuvo su nombre y la dependencia del Ministerio de Hacienda, caracterizándose por ser el botín económico de los partidos de turno en el gobierno.

Sumada esta particularidad a la deuda externa, la poca presión tributaria y la ineficiencia de los impuestos, los ingresos por importaciones y exportaciones del Tesoro, se vieron reducidos a sólo el 30% promedio entre 1987 y 1996. Hasta 1998, la denominación “Dirección General de Aduanas” estuvo vigente, en conformidad con el Decreto 23098 y el Manual de Organización y Funciones aprobado mediante Resolución Secretarial número 628/97 de 05/08/1997; ambos aún se enmarcaban en la Ley de 1929. Cumpliendo la Ley de Organización del Poder Ejecutivo Nº 1788 de 16/09/1997 y sus decretos reglamentarios, se renombra y modifica una vez más la estructura orgánica de la institución, pasando a llamarse Servicio Nacional de Aduanas. Esta medida tuvo corta duración pues en julio de 1999 se aprueba la Ley de General de Aduanas Nº 1990 como el nuevo fichaje institucionalizador de la Aduana Nacional de Bolivia. 

La actual estructura orgánica es aprobada y consolidada con las Resoluciones Administrativas números RA-PE-01-002-02 de 05/02/2002 y RA-PE 01-005-03 de 01/09/2003, que aprueban el Manual de Organización y Funciones de la Aduana Nacional a través del establecimiento de una administración central con cinco Gerencias Nacionales (Fiscalización, Normas, Tecnologías de la Información, Jurídica y Administración y Finanzas) y seis Gerencias Regionales (La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Oruro, Potosí y Tarija). 

Entre el periodo 2021 - 2025, la Aduana Nacional llevó a cabo inversiones significativas en el proceso de modernización; implementación y mejoramiento de infraestructura física, estableciendo como prioridad las fronteras. Hasta el año 2020, muchas oficinas de gerencias, recintos aduaneros, áreas de control integrado, viviendas, espacios destinados a archivo y resguardo de activos fijos, se encontraban en condiciones de alquiler y en mal estado, en otros recintos y puntos fronterizos no existía infraestructura adecuada para operaciones de control, exportación e importación de mercancías.

Frontis Edificio Central Aduana Nacional

 

La última década se caracterizó por la apertura a la información digital, la Aduana Nacional se ha asociado con la Policía Boliviana y el Ejército para realizar el estricto control de mercancías que ha sido reforzado con el potenciamiento de la infraestructura y la avanzada tecnología establecida en las aduanas de la región.

A constituido los Puntos de Inspección Aduanero (PIA) que se encuentran ubicados en lugares estratégicos sobre rutas habilitadas para tránsito y transporte de mercancías, que realizan tareas de inspección y control, las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Con veintidós casas PIA a nivel nacional.

Al igual que la constitución de los Grupos de Reacción Inmediata Aduanero (GRIA), unidades especializadas que combaten el contrabando y están conformados por servidores públicos aduaneros y efectivos militares de las Fuerzas Armadas y coordinados a través del Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO – LCC). Su objetivo principal es realizar controles aduaneros móviles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, en zonas primarias y secundarias a nivel nacional. Con seis casas GRIA a nivel nacional.


Fichas de Material Histórico Aduanero

 

Año de Origen

Objeto o pieza

Documento

1980 - 1994

Inventario de Pólizas de Importación y Exportación

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1972 - 1973

Libro de Registro de Pólizas de Exportación

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1999

Libro de Pólizas de Importación Agencia Despachante de Aduana FENIX Y CIA

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1896

Diccionario Enciclopédico Hispanoamericano

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